En un año en el que el tenis femenino ha acaparado todos los focos y ha sumado más y más aficionados y presencia mediática, la número 1 del mundo no terminaba de brillar y coronarse en los torneos de Grand Slam. Hasta que llegó a la Gran Manzana.
Aryna Sabalenka se ha coronado como campeona del US Open tras derrotar a Amanda Anisimova por 6-3 y 7-5 en la final. Ya es la primera mujer que revalida el título en Flushing Meadows desde la hegemonía de Serena Williams. Pero para llegar hasta aquí ha vivido un camino lleno de altibajos, sobre todo a nivel de salud mental y gestión emocional.
Tras perder dos finales de Grand Slam este año —ante Madison Keys en Australia y frente a Coco Gauff en Roland Garros—, la bielorrusa entendió que no se trataba de falta de tenis, sino de dejar que la frustración le arrebatara la concentración.
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Su verdadero punto de inflexión ocurrió durante unas vacaciones en Grecia. En su momento más tranquilo e introspectivo reflexionó sobre lo que podría cambiar para llegar a la alcanzar sus objetivos: “Creía que llegar a una final significaba ganarla automáticamente. Esperaba que todo fuera fácil, y esa era la mentalidad equivocada”, confesó la tenista.
Partido a partido, Sabalenka ha demostrado su superioridad en las pistas del último Grand Slam de la temporada, el cuarto en su palmarés. “Ser capaz de controlar mis emociones en esta final significa mucho. Estoy muy orgullosa de mí misma”, comentó tras la final con una sonrisa.
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La moda femenina fue otra de las protagonistas
El increíble nivel de juego de las tenistas ha sorprendido a grandes fans de todo el mundo, incluidos los numerosos famosos como Rosalía, Stephen Curry o Bruce Springsteen que han llenado las gradas. pero si hay un detalle que de verdad se ha vuelto viral y ha enamorado hasta personas que no están acostumbradas a este deporte son los looks que han llevado las deportistas.
La propia Sabalenka enamoró con su vestido blanco con ‘cut-outs’ de Nike. Un diseño cómodo, a la vez que estiloso. El verdadero sueño para un amante de la moda. Otro de los nombres protagonistas de esta edición ha sido Naomi Osaka. La japonesa ha llevado diferentes diseños llenos de brillantes y colores llamativos, pero ha dado el toque diferencial con uno de los accesorios de moda: un Labubu a juego.
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Estos pequeños muñecos son los más virales del año y la propia marca le ha diseñado algunos exclusivos a la tenista. De hecho, confesó tras su derrota en semifinales ante Amanda Anisimova que su último labubu iba a ser uno que simulase ser la propia Naomi, como una especie de autohomenaje.
El tenniscore ya es una tendencia de moda universal y todo el mundo ha sucumbido a las faldas de tablas, mucho blanco y calcetines largos de la manera más elegante y cómoda posible.
Aryna Sabalenka al derrotar a Amanda Anisimova en la final del US Open / AP – Seth Wenig
El fin de una era: adiós a Stacey Allaster
Una de las mujeres que ha impulsado la figura femenina en el deporte en los últimos años ha puesto fin a su etapa como directora del US Open. Stacey Allaster asumió el cargo en 2020 y se convirtió en la primera mujer en llegar a tenerlo. Durante la final masculina, Carlos Alcaraz y Jannik Sinner le agradecieron su labor en la ceremonia de trofeos.
El año pasado había anunciado que dejaría también su puesto como directora ejecutiva de tenis profesional en la Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA) para convertirse en asesora y dedicarse a nuevos proyectos.
Allaster se unió a la USTA en 2016, y antes fue presidenta y directora ejecutiva de la WTA, donde impulsó el crecimiento del tenis femenino y la igualdad en los premios en grandes torneos como Roland Garros y Wimbledon. Ahora colaborará en la elección de su sucesor en el US Open.
Esa igualdad de premios por la que ella luchó han destacado un año más en el US Open. Y es que ambos ganadores, Sabalenka y Alcaraz han recibido 4 millones de dólares por llevarse el trofeo.
